Islandia es una isla del Ártico muy poco poblada, con muchos lugares vírgenes no contaminados desde donde se pueden contemplar las auroras boreales. A pesar de que las luces de Reykjavík no logran ocultarlas, es posible verlas aun mejor a las afueras de la ciudad.

Noruega es uno de los mejores lugares del mundo para observar la aurora boreal, ese fenómeno natural rodeado de magia, misterio y leyendas sobre su origen. Hay una leyenda vikinga que relaciona las auroras con los reflejos de los escudos de las guerreras valquirias, aunque yo quería ir más allá y darle un origen personificado y lleno de pasión a este fenómeno celeste.

El punto más destacado de muchos viajes a Yukón es la posibilidad de pasar las noches buscando una verdadera maravilla de la naturaleza: las indescriptibles auroras boreales.

La primera observación de un hermoso listón de colores bailarines quizás la podrás tener en el vuelo que te traiga a este territorio o desde la venta de tu cuarto de hotel. Pero hay muchas y diferentes formas de convertir la observación de las auroras en una experiencia más completa y emocionante.